Morder tus labios de azufre
Nadar en tu alberca de lava
Besar tus ácidos y nebulosos ojos
Envenenarme con tu ponzoñosa saliva
y morir por un instante... un par de segundos
Darme una sobredosis de tus etílicas palabras
Sumergirme en tus nocivas caricias
Volar dentro de tu lisérgica mente y adentrarme
Pasar desapercibido en el pulso de tu sexo como un virus
y matarte... sin que te des cuenta... sólo por un instante
que fuerte!, que fuerte!, me ha ancantado. Saludos...